sábado, 2 de julio de 2011

De cómo en verdad decidí ser cirujano.

Eran las 1:30 am, estaba en el hospital de guardia. Hace una hora ya que se había ido la luz en toda la zona y el hospital trabajaba a la mitad de su capacidad y con la luz de emergencia de la planta generadora. Nos avisaron entonces que en el octavo piso del hospital había una paciente con datos de peritonitis, acudimos y la evaluamos. En efecto, se trataba de datos que sugerían que la anastomosis (unión por medio de suturas de dos segmentos de intestino) estaba fugando material intestinal a la cavidad abdominal. Hablamos con el médico tratante y le sugerimos una tomografía de abdomen con medio de contraste para ver el lugar de la fuga, la cual se realizó después de 45 minutos aproximadamente (a pesar de el hospital, los tiempos siguen siendo un gran problema). Sin embargo no observamos fuga de material de contraste porque el medio estaba muy proximal aún. La paciente había presentado para ese momento fiebre de 39°C y datos de bacteremia, por lo que decidimos ingresarla a quirófano para realizarle una laparotomía exploradora (cirugía en donde se abre la cavidad abdominal para buscar el origen del problema, en este caso de la fuga de materia intestinal). La verdad tenía sueño, y ningún residente quiso entrar a la cirugía a esa hora por lo que nos envíaron al residente de primer año, y a mí a ayudarle al cirujano. Llegamos al descanso de médico donde encontramos al cirujano, nos presentamos y le comentamos que seríamos quienes ayudaran en esa cirugía. Mientras, yo decía para mí: -vaya, estoy cansado!!y tengo sueño!!-; eran ya las 2:30 am. Pasaron 30 minutos para que llegara el anestesiólogo y entramos a la cirugía a las 3:10 am. El cirujano me había platicado para ese entonces que era el subdirector del departamento de Cirugía del mejor hospital de este país, y que había estado en el Brigham & Women's Hospital en Boston haciendo la subespecialidad de Cirugía Oncológica nos contó como era la vida en Boston, que hacía frío, que el ambiente era muy estudiantil, de la manera en como trabajan allá, etc. El Dr. se mostró tan sencillo y nada presumido pero seguro de sí mismo al mismo tiempo, pensé -así son todos los cirujanos, seguros de sí mismos. Nos contaba de su familia, de su hija y el primer lugar que ocupó en la generación de una facultad de Medicina de este país. Todo indicaba que el había vivido como quería vivir, que el estaba viviendo su leyenda personal, su sueño, todo por lo que peleó y luchó; sin perder la sencillez y el tacto para hablar con otro humano.
Entonces, llegó a mí la certeza de que yo sería feliz viviendo como cirujano, salvando vidas de esa manera. Y es que hay miles de maneras de salvar vidas dentro de la Medicina, y cada quien podría gustarle una u otra manera, pero a mi parecer, el ritual del cirujano es único, desde como te preparas para entrar al quirófano, como te vistes y te colocas la bata y los guantes estériles; esa relación médico-paciente tan íntima y tan impersonal al mismo tiempo, que ha existido por cientos de años, en donde el paciente pone su vida en tus manos y donde eres testigo de su vida fluyendo por su venas y arterias al mismo tiempo que usas el conocimiento que adquiriste durante toda tu carrera desde tus primeros días en la facultad de medicina para ayudarle, es indescriptible.
Por eso y a pesar de lo cansada que fue la rotación, yo he decidido que seré cirujano. Oncológico, plástico y reconstructivo, vascular, de tórax, de corazón? No lo sé aún, el tiempo lo dirá.
He querido compartir con ustedes esto, y si les ha gustado deben saber que apenas he plasmado una mínima parte de lo sentido, las palabras no han sido lo suficientemente elocuentes talvez, pero han sido escritas pensando en aquel momento.
Mientras estábamos en la cirugía que duró hasta las 7:30 am, en donde encontramos el sitio de donde fugaba el material, y solucionamos el problema, escuché una canción justamente cuando llegó a mi la convicción por mi futuro. La comparto tambien con ustedes, espero les guste tanto como a mí.

martes, 8 de junio de 2010

Cuento de las nieves I



Hoy es un día normal, neva y hace mucho frío pero estoy contento. En unos minutos saldré por leña para la chimenea.
Estoy de pie en la puerta de la casa y mientras fijo la mirada en el horizonte me resulta inevitable pensar: vaya que es blanco este lugar, y muy frío también.
Visto guantes de color café en las manos. El hacha descansa sobre un fino poste del pórtico de mi hogar, creo que ya es hora de ir a trabajar. Esa leña no se cortará sola.
Mientras camino despacio hacia el bosque pienso lo mucho que disfruto la sensación de mis pies cuando se mueven sobre la nieve, del fresco viento escandinavo y de los copos que caen a mi alrededor. Parece que se avecina una ventisca, definitivamente debo apresurarme para ir por la leña. En casa me espera ella, no sé su nombre, solo sé que ella me espera. No quiero alejarme pero la casa necesita leña, se avecina una ventisca y necesitamos tener fuego para cocinar y para poner un tanto en la chimenea, pues se avecina una ventisca y ya sabemos que cuando eso sucede el frío puede ser insoportable.
Me gusta como se ve mi casa desde el bosque.
Ya no recuerdo como llegué aquí, ha pasado tanto tiempo, pero como me gusta este lugar. De alguna manera me satisface ver mi casa desde el bosque, y ver la luz encendida a través de la ventana; el color café de la madera de la pared y del techo, con la luz amarilla, el blanco del piso y el azul del cielo forman un bello contraste.
Sin duda alguna, soy feliz.


November, 16th 1904.Etude from Op.10 No. 3 in E Major.

sábado, 29 de mayo de 2010

Una vía..


Ya no sé si hice bien al llegar a este lugar, en el que sólo soy un forastero. Ya no sé. Son tantas cosas que he perdido y que no recuperaré; y todo depende del tiempo. al que amo y odio al mismo tiempo.
Hay decisiones que uno toma sin sopesar las posibilidades y consecuencias de aquel punto, al empezar la disyuntiva de la vida, A o B, derecha o izquierda, como saber siquiera qué camino estará lleno de flores y cuál de espinas?...
Ahora que lo pienso, no todo ha sido espinas, ni todo ha sido flores. Pensé que de este modo evitaría preguntarme "¿Qué tal si..?" Pero he fallado. Aquí sentado frente a mi libro de Oftalmología, me encuentro haciéndome la misma pregunta que un día decidí no formularme. Aquel momento en que decidí con el pecho inflamado por un orgullo irrefrenable que no me iba a preguntar ¿Qué hubiera pasado si?.

Aquel momento en que no me fijé que eligiendo esta ruta, no conocería la que descarté, no anticipé que podría existir la posibilidad de que la muralla de las vivencias iba a ser tan grande que no me permitiese ver el otro lado de la vida. Yo sólo quería el mundo para mí, y no quería regresar como los perdedores que veía regresar con los bolsillos cargados de nostalgia. Nunca nada me resultó más abjecto, hasta ese entonces. No quería ser parte del grupo repatriado voluntariamente, no quería que en algún momento alguien me hubiese preguntado: Hey Juan y por qué te regresaste de México? e inventar cualquier excusa para encubrir sólamente que no tuve los cojones para esperar durante 7 años, y ser constante durante mis estudios.
Pero ahora, entre estas cuatro esquinas ajenas completamente a mí, irremediablemente me pregunto... ¿Y qué tal si... ? Pienso que no sólo es un aspecto el que extraño, sino miles de ellos, son aspectos de mi vida, de sus vidas.
Suspiro, les extraño y a la vez me doy cuenta de que sólo me queda esperar a que el futuro sea justo conmigo y me dé lo que merezco, sea esto bueno o malo. Pienso con tristeza en los minutos que sucedieron y que no sucederán otra vez. Esta vida es una calle de un solo sentido, de una sola vía.
Es curioso, hace unos días creí entender varias cosas. Ahora no entiendo un carajo. Lo único claro para mí en este momento de intranquilidad, es que por más posibilidades que uno tenga, no se puede vivir todo. Las decisiones que tomas te lo impiden. Te privan y te premian. O sólamente te privan o sólamente te premian. No sé que escondía el otro sobre, tampoco sé si me hubiese gustado. Talvez hubiese sido una línea recta hacia la meta, o talvez un camino anfractuoso en el que me hubiese demorado mucho más, o en donde talvez nunca hubiese llegado a la meta. De cualquier manera, el motivo de esta entrada es porque durante unos minutos se me antojó suave, tranquilo, confortable, plano, sin relieve alguno. Por un momento, hasta se me antojó mas fácil que el de ahora.
Pero también es verdad, que esta senda que he elegido no ha estado tan mal, ha tenido mas altos que bajos, mas flores que espinas. Emocionante me resulta todavía, pero el futuro es incierto y nunca me ha gustado la incertidumbre.
Me gusta pensar que Dios mediante su justicia divina, cierra caminos para que tu elijas el mejor; te desvía el muy travieso para que conozcas otras cosas pero al final llegas a donde te propones. Curiosamente y con motivo de mi graduación, la sospecha de que esto es verdad y que el éxito es irremediable acude a mi mente cada vez con mas frecuencia. Esto me tranquiliza un poco, aunque no sé ni cómo ni donde ni cuándo ocurrirá, de algún modo sé que ocurrirá.
Seguiré esperando y haciendo mi trabajo como autor, actor, y al mismo tiempo espectador de mi vida. Buena vida a los que leen estas líneas que dedico con mucho cariño a un hombre que fué un ejemplo de lucha y dedicación. Abnegado y responsable, así fué mi abuelo.
Armando Antonio Espinar Orrala.
De alguna manera sé que él sabe que le dedico estas letras y mis triunfos.
Siempre estarás en mi mente y en mi corazón papi Armando! Gracias por todo.
Descansa en paz.

viernes, 31 de julio de 2009

Hoy, claro de luna..sin Luna

Y esta entrada que comenzó llamándose equivocaciones varias (como el blog de una amiga a quien quiero mucho) ha terminado semanas después, en esta noche insomne y sin luna, con un nombre de canción. Tengo un montón de entradas que no he publicado porque no están completas.

Cuándo las terminaré?? no lo sé... terminaré esta? bueno.. si la están leyendo es porque sí.

Hoy he pensado en muchas cosas, como todos los días y como casi todos los seres humanos de este mundo. Hoy estas letras suplen a la entrada que habla de aquella chica de ultramar, vaya que ha cambiado su vida desde la única y la última vez. Parece feliz, eso es bueno, supongo.

Hoy en la tarde mientras caminaba hacia el elevador, llegó a mi pensamiento el disgusto por crecer. Me dieron ganas de tener 16 años, y sorprendido, fui consciente que me invadía irremediablemente la nostalgia por aquellos días.

Entonces, el mundo era diferente. Cuantas veces esta tierra no habrá escuchado esa frase!

La ingenuidad, la mayoría de las veces, hace al mundo encantador; siendo ingenuo todo te resulta fascinante, hasta las decepciones; y no es que este decepcionado, talvez triste... pero sólo un poco, mas no sé la razón, supongo que es una especie de homeostasis del humor. No puedes estar siempre feliz.

Me gusta la ingenuidad propia de cuando se es joven, porque esto te hace creer inmortal y lo puedes todo y lo quieres todo, el tiempo no es un límite.

Es curioso y contradictorio, muchas veces uno quiere que el tiempo avance pronto para saber donde estaremos, otras veces queremos que se detenga y que el instante perdure y no se vaya de nuestras manos como irremediablemente pasa; y otras, no escasas, queremos regresar en el tiempo, y los recuerdos no son suficientes, aunque no cambiaríamos nada de lo que sucedió nos gustaría que nos pasara de nuevo.

Ya no quiero escribir mas, porque quiero dar por terminada esta entrada, sino solo Dios sabe hasta cuando la termine.

sábado, 18 de julio de 2009

Entrada en segundos...

Me gusta pensar que estàs en un mejor lugar, ayer tu sangre que es dos veces la mía se ha derramado en la calle de los soldados. Y te has ido, sin despedirte de David, sin haberle dado lo que el, según hoy me di cuenta, buscaba tanto. Estoy profundamente triste, son las 2 y 36 y no tengo ganas de nada; en cinco horas tengo una presentación que disertar y no logro concentrarme, quisiera no saber del mundo ni de su jodida realidad y no recordar que ya no estás y que con esto las oportunidades se acaban, y el imposible se vuelve posible.

Lo lamento tanto, nadie puede saber como lo lamento, y que desolación siento en este instante. Lamento la forma, el tiempo, y las circunstancias. Te echo de menos, y no ha sido hasta ahora que me doy cuenta. Me gustaría que las cosas hubiesen sido diferentes, tan diferentes pudiesen haber sido, que inevitablemente pienso: “maldita sea! Todo gira alrededor de esa situación de mierda de la que intentamos salir todos”.

Resulta frustante pensar en el hubiera.

...Y cuando yo escuche las dos palabras de en medio, te recordaré con gran cariño y recordaré estas líneas que en esta madrugada atropelladamente escribo. Y recordaré que, si es que existe un más allá, estarás contento y orgulloso porque tuviste un nieto que lleva tu nombre, tu sangre, y tus genes y que no los ha desperdiciado. Entonces, sonreirás y ya no sentirás dolor, y David será feliz porque su hijo y su padre llevan el mismo nombre porque él así lo dispuso un día. Y entonces, yo estaré feliz viendo sonreír a David, como sólo el lo sabe hacer y haciendo feliz a Elena.

Hay una parte de mí que piensa que las cosas pasan por algo, talvez por supresión o por bloqueo, probablemente solo quisiera racionalizar que la vida es un ciclo que está lleno de estos eventos a cada momento alrededor del mundo. Pero lo consideraría una manera detestable de tomar eventos como este, y yo no soy así. Y fracaso en dicha acción, en seguida emergen los sentimientos, y quiero llorar y no puedo, quiero reaccionar como corresponde en estos casos; y no puedo, no puedo porque lo he evitado después de que unas pocas lágrimas saliesen de mis ojos y de que me quedase sin habla mientras conversaba con David y me decìa lo triste y enojado que estaba. Por eso el resto de mis lágrimas el día de hoy se hacen letras, porque no puedo hacer más. No lloré porque además de que no querìa que las enfermeras a mi espalda me vieran llorar, no porque fuesen enfermeras ni porque no me gusta que me vean llorar ( a nadie le gusta, si así fuese sería un actor o un enfermo mental), tan sólo quise contener esas ganas para poder hablar y confortar un poco a David, y decirle que no sólo el piensa como me ha manifestado hoy, que nos parecemos mucho a pesar de lo que pensábamos, y que debemos ser amigos.
Sobretodo creo que no todo está perdido, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacío.. mientras escucho a Drexler, te pienso tranquilo, feliz, sin ninguna tribulación o dolor que te acometa. Espero te encuentres feliz, abuelo. Te llevaré siempre en mi memoria.

Fue bueno haberte conocido.

Segundo, Descansa en paz.

sábado, 27 de junio de 2009

Pensamientos de medianoche...

Y bueno.. por fin.. después de aplazarlo tanto tiempo (pues la dirección de blog la había creado al iniciar el año), mis ganas de materializar ideas de forma escrita, coinciden con la ocasión en que tengo una computadora en frente.


...¿Pero se preguntarán por qué en la computadora, por qué no a mano?? Sencillamente es porque soy muy perezoso para escribir a mano, talvez porque de niño me cansé de tanto escribir así. Tanta tarea que enviaban y que aún en la universidad siguen envíando, han hecho de los músculos y tendones de mis manos unos holgazanes.


Estas líneas que escribo irremediablemente, no están hechas para agradar a los demás; ni para demostrar o reiterar que puedo ser elocuente. No me importa si tienen errores de puntuación ( no así los de ortografía), si les falta o les sobra una coma. Las ideas solo surgen y las escribo. Es como una especie de autoterapia que me ayuda a conservar un pensamiento organizado y orientado hacia metas (los que estudian medicina o psicología me entenderán).


Son las 12 y 45 en la ciudad de Orizaba, bella ciudad de clima templado que me cautivó cuando pisé por primera vez esta parte del planeta; era y sigo siendo un forastero, todo me sorprendía en aquel entonces, mi entusiasmo era inextinguible, era dueño del mundo y no me preocupaba nada.


Han cambiado muchas cosas desde aquel día, todo el mundo cambia y se transforma. He cometido errores como todos, he amado algunas veces, he visto muchos lugares, he conocido y sigo conociendo lo que había salido a buscar, talvez inconscientemente.


Por el momento, solo quiero decir que ya quiero que termine el semestre; no sé por qué! Pero no es porque haya sido insoportable, pues ha sido bastante tolerable e incluso ameno y constructivo.


Talvez es porque quiero viajar, siempre he disfrutado viajar. Nunca me ha gustado estar tanto tiempo en un lugar, pienso que si te quedas por largos períodos en un sitio te arriesgas a plantar tus raíces en una tierra en la que no necesariamente vivirías feliz.


Ahora mismo se me ha antojado irme de tour por Europa, pero mas que nada tener el dinero para hacerlo, porque no me gustaría viajar de ilegal en barco dos o tres meses hasta llegar a costas europeas. Me gustaría conocer todos esos pueblos con sus paisajes tan lindos en postales y en la tele; convivir con la gente de esos lugares, conocer sus costumbres, sus comidas, sus mujeres.



Hablando del dinero, he recordado que nunca me ha gustado esa gente que dice con un tono moralista, propio de aquellos seres trastornados que creen poseer la verdad: "el dinero no lo es todo" "no lo hagas por dinero" "estás equivocado si piensas que el dinero es la solución" pero la verdad es que el dinero es mucho mas que eso. Con el puedes comprar casas, viajes, coches, libros, páginas de diario (como dice la canción); y puedes vivir moderadamente feliz o al menos eso pienso por ahora, seguramente la vida me dirá si estoy equivocado.



Finalmente, quisiera dedicar mi afecto y las últimas líneas de esta entrada a una linda chica de nombre Artemisa, que vive en el pueblo de la brisa y el polvo, y que esta noche me ha dedicado un poema muy bonito. Gracias.